Sam Heughan y Caitriona Balfe, encarnan los personaje principales de la serie «La Forastera», basada en la fantasía y realidad de las letras de la escritora Gabaldón.
Una serie pretenciosa y sobria que lleva al espectador a un viaje histórico que todos en algún momento quisimos hacer, un viaje en el tiempo. Miles de aventuras, drama, romance y sin sabores se entrelazan mientras delicadamente la autora nos da una clase de historia, de la mejor manera los realizadores de la puesta han dedicado horas de grabación a una serie que impulsa al espectador a seguir buscando de manera inconsciente el entender y accionar de las sociedades medievales y la entrada al renacimiento.
Los aburridos libros de historia quedan atrás cuando talentos y prodigios dramáticos se unen para transportar al espectador en una experiencia académica audio visual de apoteósicas dimensiones.
Una cultura nueva y una nueva moda se dan la tarea de nacer después de la realización de esta serie. La mediocridad y falta de conocimiento mueren cuando autores como Diana Gabaldón escriben después de años de estudio la realidad histórica entrelazada con una de las fantasías románticas más exitosas después de Romeo y Julieta.
Principios morales como la lealtad, honradez y la dignidad humana renacen en el espectador y en el lector y se niegan a morir después del aporte social y cultural que hace la autora y los realizadores de la serie. La esperanza vuelve a l sociedad cuando estos talentos se unen y entretejen cuentos de hadas en realidades históricas.
No pretendo acusar la trama o desarrollo de la misma obra literaria y mucho menos de la producción audio visual pero si es menester motivar a todos a entender la importancia de la palabra como garante en la sociedad y resucitar mesiánicamente la necesidad del hombre por confiar en su clan.